Espíritus de Amargura

La amargura en nuestra vida es una actitud interna que es peligrosa para nuestra vida espiritual. Es como una enfermedad que paulatinamente puede robarnos alegría y felicidad.

Una de las mayores dificultades para solucionarla radica en que es difícil darse cuenta debido a que la persona amargada se acostumbra a vivir con ese espíritu considerando que su comportamiento es normal y parte de su personalidad. Lastimosamente, quien tiene este problema, tampoco percibe el daño que le ocasiona la amargura, su alma se va debilitando paulatinamente y su cuerpo comienza a manifestar diversas enfermedades en el transcurso del tiempo.

La amargura hiere

La lengua de la persona amargada es hiriente como el fuego fuera de control que causa daño.

Salmo 39:3, Se enardeció mi corazón dentro de mí; En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua.

El espíritu de amargura no solo afecta el corazón de la persona amargada produciéndole dolor, sino que ataca a otros y nos hace ignorar el mandamiento del Señor de amarnos los unos a los otros.

Isaías 5:24, Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.

Este espíritu llena el corazón de egoísmo, y lleva a tratar a las otras personas con desconfianza y menosprecio.

No sólo envenena a quien lo tiene en su interior, sino que también afecta a las personas que entran en contacto con el amargado(a). Un hombre (mujer) amargado(a), transmite su veneno contaminando a quienes están próximos a él o ella.

La amargura contamina.

Hebreos 12:14-15, Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

El autor de Hebreos nos instruye que para lograr la paz y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor, y alcanzar su gracia debemos estar libres de amargura. Debemos luchar para que la amargura se enraíce. Si esto ocurre, advierte la Escritura, que el entorno será contaminado. Es que la amargura es contagiosa, ha notado que cuando está en contacto con alguien que tiene este problema espiritual, luego de compartir con esa persona, usted también empieza a sentir amargura y que los síntomas se hacen manifiestos. Debe tener mayor cuidado si es alguien que la persona amargada tiene algún grado de autoridad sobre usted, más si se trata de autoridad espiritual usted puede ser contaminado por la amargura del líder. Si usted se siente tristeza, envidia de la felicidad ajena tiene que buscar al Señor en oración y ayuno pero si no logra victoria en esta área debe ser ministrado en liberación

Es triste pero en el Cuerpo de Cristo hay muchos con amargura y esta no siempre se manifiesta en contra de amigos o familiares sino en contra de los hermanos. Como dijimos es contagioso y se puede transmitir fácilmente a otros. De esta manera los espíritus inmundos actúan dividiendo congregaciones creando un malestar general.

La amargura se transmite

Salmo 64:3-4: “Las palabras venenosas son como aquellos que utilizan su lengua como una espada y estiran sus arcos para tirar sus flechas, de repente tiran hacia él y no se asustan de alcanzar a los justos”.

Esta escritura nos dice que las palabras amargas que salen de nuestros labios transmiten amargura a otros. Tal vez algunos enemigos te lanzaron flechas venenosas que se clavaron en tu corazón y te causan amargura. Por ello necesitarás ángeles de Dios para sacártelas y quebrarlas, caso contrario el veneno de las flechas te afectará y ensuciará.

Santiago 3:10-11,“De la misma boca salen bendiciones y maldiciones. Hermanos, esto no debe ser. ¿Acaso da una Fuente agua dulce y amarga al mismo tiempo?”

Es imposible amar cuando se uno está amargado. Como padre o madre no podremos servir cristianamente a ningún miembro de nuestra familia y menos conducirlos a Jesús. Bajo su influencia negativa es imposible dar buen testimonio cristiano y hablar con autoridad de nuestra fe a otros. La amargura y la dulzura no pueden salir de una misma fuente, pues lo amargo destruye lo dulce.

Santiago 3:8-10, pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así

Caso: la amargura de Caín.

Entre muchos casos en la Biblia, hemos seleccionado dos de amargura registrados en Génesis.

Génesis 4:1-7, Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él.

Al ser aceptada la ofrenda de Abel por Dios y rechazada la de Caín, este último asumió que Dios lo rechazaba y no hizo nada para mejorarla agradando al creador. Por el contrario actuó en rebeldía.

Caín se enojó, Dios quiso hablar con él, pero ignoró Su consejo y pecó. Dejó que entrara la amargura, la envidia, el resentimiento y los deseos de venganza. Estos pecados llevaron a que Caín cometiera asesinato.

Génesis 4:8-10, Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.

Es interesante notar que Dios al preguntarle por su hermano, le dio oportunidad para que se arrepintiera. Caín era rebelde y no lo hizo.

No debemos olvidar que: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes, Santiago 4:6

Génesis 4:11-14, Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará.

Por el asesinato que se inició con su amargura que echo raíz y como consecuencia de su terrible pecado, tuvo que soportar consecuencias dolorosas: maldición de soledad y de convertirse en un vagabundo, desesperación, soledad, marginamiento, ausencia de la presencia de Dios, paranoia (creer que todos están contra él), trabajo duro y con poco fruto.

Cuidado que por su amargura usted asesine a alguien en su corazón, recuerde la enseñanza de Jesús:

Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego. Mateo 5:21-22

Al igual que Caín, la amargura podría marcar su vida con consecuencias, que pueden ser similares a las de Caín, que usted no ha considerado como posibles por la amargura en su corazón. Recuerde que la amargura en el corazón incuba odio y el odio conduce al asesinato.

Caso: la amargura de Absalón

Tamar y Amón, eran hijos del Rey David, pero de diferente madre. Amón usando trucos sucios engañó a Tamar para abusarla sexualmente. La Palabra registra cuando el rey David se entero del incesto:

Y luego que el Rey David oyó todo esto , se enojó mucho, 2 Samuel 13:21

El Rey se enojó mucho pero no hizo nada y no consideró la ley penalizaba que penalizaba la ofensa. David actuó igual que el sacerdote Elí, ambos no corrigieron a sus hijos. A los hijos de Elí la Biblia describe como “Hombres impíos” sin "conocimiento de Jehová”. Ambos no disciplinaron a sus hijos, así encubrieron sus pecados. Por ello vino juicio sobre sus respectivas familias. Los hijos de Elí murieron en batalla (1 Samuel 4:11). Veamos ahora lo que sucedió con Amón, el violador, cuando Absalón, su hermanastro, se entero del asunto.

2 Samuel 13:22-23, Mas Absalón no habló con Amnón ni malo ni bueno; aunque Absalón aborrecía a Amnón, porque había forzado a Tamar su hermana. Aconteció pasados dos años, que Absalón tenía esquiladores en Baal-hazor, que está junto a Efraín; y convidó Absalón a todos los hijos del rey.

Absalón se amargó porque David, su padre, no hizo justicia ni actuó de manera correcta con Amnón, ni hizo nada respecto al asunto en que la mayor perjudicada fue su hermana Tamar. Durante dos años la amargura se enraizó en Absalón , buscando venganza calculada y despiadada que luego se condujo al asesinato físico a Amón. Resultado del crimen tuvo que huir.

Samuel 13: 38, Así huyó Absalón y se fue a Gesur, y estuvo allá tres años.

Aún cuando transcurrieron tres años Absalón no se olvidó de la violación de su hermana, la amargura actuó en su corazón y se aparto de su padre. También es significativo que Absalón para recordar permanentemente el ingrato asunto le puso como nombre Tamar a una de sus hijas. Es evidente, que Absalón no pudo superar su amargura y deducimos que con el transcurso de los días esta se hacía más evidente y profunda.

2 Samuel 14: 27-28, Y le nacieron a Absalón tres hijos, y una hija que se llamó Tamar, la cual era mujer de hermoso semblante. Y estuvo Absalón por espacio de dos años en Jerusalén, y no vio el rostro del rey.

La profunda amargura le condujo a traicionar a su padre de tal manera que conspiró astutamente para arrebatarle el trono. Joab, el fiel general de David, le hizo saber esto al Rey. Los pasajes que se transcriben a continuación dan cuenta del fruto de amargura de Absalón expresado en acciones frías, despiadadas, de odio buscando satisfacción en la venganza.

2 Samuel 14: 33, Vino, pues, Joab al rey, y se lo hizo saber. Entonces llamó a Absalón, el cual vino al rey, e inclinó su rostro a tierra delante del rey; y el rey besó a Absalón.

2 Samuel 15:1-5, Aconteció después de esto, que Absalón se hizo de carros y caballos, y cincuenta hombres que corriesen delante de él. Y se levantaba Absalón de mañana, y se ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel. Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no tienes quien te oiga de parte del rey. Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o negocio, que yo les haría justicia! Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba, y lo besaba. De esta manera hacía con todos los israelitas que venían al rey a juicio; y así robaba Absalón el corazón de los de Israel.

2 Samuel 15:13-15, Y un mensajero vino a David, diciendo: El corazón de todo Israel se va tras Absalón. Entonces David dijo a todos sus siervos que estaban con él en Jerusalén: Levantaos y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalón; daos prisa a partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad a filo de espada. Y los siervos del rey dijeron al rey: He aquí, tus siervos están listos a todo lo que nuestro señor el rey decida.

Es muy posible que si David hubiera actuado con justicia en el caso de violación de su hija Tamar el comportamiento de Absalón hubiera sido diferente. Esto nos debe reflexionar sobre la necesidad de ejercer justicia actuando con sabiduría y ecuanimidad en las diferentes circunstancias que se presentan en nuestra relaciones con nuestra familia carnal o familia espiritual.

Recuérdese que Absalón murió en manos de Joab y que le Rey David lloró y se lamentó mucho con su muerte.

2 Samuel 18:14, Y respondió Joab: No malgastaré mi tiempo contigo. Y tomando tres dardos en su mano, los clavó en el corazón de Absalón, quien estaba aún vivo en medio de la encina.

La vida de Absalón fue marcada por la amargura, que al no ser tratada espiritualmente condujo a que olvidara completamente los mandamientos del Señor especialmente el que nos ordena:

Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da. Éxodo 20:12.

Recuerde que Absalón murió joven y de una manera trágica, además tuvo una vida atormentada. Como enseñanza práctica, también debemos considerar que la amargura nos conducirá a un espíritu de odio profundo aún en contra de quienes nos dieron la vida. Los padres también debemos actuar con amor y justicia para evitar que nuestros actos influencien en los hijos de manera negativa creando en ellos amargura, resentimiento y odio.

Perdonar: antídoto para la amargura.

La amargura conduce al odio que no nos deja percibir y experimentar la misericordia y el amor de Dios hacia nosotros, así como tampoco nosotros podemos transmitir el amor de Dios hacia otros.

1 Juan 2:11, Pero el que aborrece a su hermano está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va, porque las tinieblas le han cegado los ojos

El perdón es una de las enseñanzas más importantes que el Señor Jesús nos transmitió. El pasaje que citamos a continuación nos instruye sobre la condición principal para que seamos perdonados por Dios, esta condición es que, primeramente, nosotros perdonemos a los que nos hicieron daño y ahora odiamos. Para solucionar nuestra amargura incubada debemos perdonar, no debemos permitir ningún tipo de resentimiento en nuestra vida. Es más, si es que queremos que Dios nos perdone, debemos hacer lo propio con aquellos que nos ofendieron y perjudicaron.

Mateo 6:14-15, Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonara también a vosotros vuestro padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro padre os perdonará vuestras ofensas.

Jesús nos dio ejemplo, en la cruz. Él tenía todo el derecho a mostrarse resentido, amargado por el odio con que fue tratado y por los sufrimientos de la crucifixión, pero perdonó a todos clamando: “Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23:34).

El Apóstol Pablo nos advierte que si no perdonamos estamos abriendo puertas para que el enemigo tome ventaja permitiendo que demonios vengan a nuestra vida ya que todo el tiempo están atacándonos.

2 Corintios 2:10-11, Y al que vosotros perdonáis, yo también; porque también yo lo que he perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en presencia de Cristo, para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones.

Entonces, la solución inicial, importante y, tal vez definitiva, para la amargura radica en el perdón. Debemos vivir perdonando permanentemente sin importar las circunstancias ni la gravedad de las ofensas. Debemos recordar que el perdón es una actitud y no una emoción. Si, usted debe perdonar “sienta” o no “sienta” hacerlo o sentirlo. Ahora bien, si usted no puede hacerlo casi con seguridad le puedo decir que hay un espíritu de odio y falta de perdón que impide que usted pueda cumplir con el mandamiento del Señor. Recuerde que el perdón es acción, usted debe decidir perdonar y lo debe hacer para agradar a Dios mediante el cumpliendo de sus mandamientos.

Tres consecuencias de la amargura

Hay muchas otras consecuencias por la amargura, citaremos tres relevantes.

La amargura se convierte en un estorbo para nuestra vida cristiana, cuantas personas no pueden tener la comunión que el Señor debido a que la amargura hecho raíces y no podemos perdonar as otros.

La amargura contamina a otros, es decir es contagiosa, si estamos con gente amargada al momento estaremos reaccionando de la misma manera, nuestra paz interior y actitudes cambiarán hacia el lado negativo. En nuestros hogares debemos tener cuidado de no traer los problemas del trabajo y de la calle que nos afectan ya que podemos contagiar a los miembros de la familia afectando la armonía que debe reinar en el hogar.

Hebreos 12:15-17, Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados

Algunas enfermedades pueden ser causadas por la amargura que nunca se trató. Dios demanda perdón hacia quienes nos ofendieron e hirieron.

Pr 17: 22, “El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos”

Sin duda, la amargura entristece la Palabra nos dice que por ello se secan los huesos, los huesos sanos prolongan la vida.

Pr 15:13, “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate”.

La persona amargada es fácil de detectar, su rostro es duro, agrio, los años le marcan más, siempre luce mayor. Si el corazón duele, aparentemente sin motivo, puede ser que un espíritu inmundo esté provocando la molestia debido a la amargura, falta de perdón, envidia o deseos de venganza.

Sal 6:2-3, “Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen. Mi alma también está muy turbada; Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?”

Uno de los aspectos maravillosos de ministrar liberación es comprobar los resultados tangibles en la vida de quienes se someten a liberación. En muchos años hemos podido comprobar en las vidas de las personas cambios sorprendentes confirmados en una mejoría de la salud. Personas con espíritus de amargura fueron sanadas por el Señor de enfermedades como, por ejemplo, la artritis, reumatismo y problemas cardiacos.

Síntomas de amargura.

Esta lista le servirá de referencia guía para que usted pueda detectar si tiene amargura en su vida:

  • Actitudes críticas y de juicio: críticas constantes, actitudes de juzgar a otros con dureza, examinar y criticar hasta el más mínimo error en otros, nunca estar satisfechos con nada o con nadie.
  • Impaciencia hacia otros
  • Espíritu solitario
  • Temperamento sin control
  • Ira profunda
  • Ciertos tipos de enfermedad (como las que se cita anteriormente)
  • Relaciones difíciles y poco duraderas con la pareja, la familia, los hermanos, amigos
  • Asociación permanente con otras personas amargadas.
  • Impaciencia, aislamiento, propensión a la soledad,
  • Enfrentamiento permanente aún por asuntos triviales.
  • No pueden desarrollar relaciones duraderas y satisfactorias.
  • Fácil irritación y tendencia al mal temperamento, pataletas continuas.
  • Los amargados difícilmente pueden moverse en los dones espirituales ya que la raíz
    de amargura contrista al Espíritu Santo.

Pasos para liberarse de amargura.

Reconocer

Así tambíen en Santiago 3:14 leemos “Pero si tienes envidia y amargura en tu corazón , no seas orgulloso no te glorifiques ni mientas contra la verdad”.

Hay una tendencia a negar la existencia de amargura en nuestros corazones, es debido a el orgullo para aceptar el problema espiritual.

Oración de perdón

Por guardar amargura, odio, resentimiento, perdonar a otros (Sanidad interior: se puede elaborar una lista y luego romperla en el altar)

Liberación de espíritus de:

  • Actitud irreconciliable
  • Tormento
  • Frialdad
  • Gruñon
  • Incapacidad de amar
  • Ingratitud
  • Mantener resentimientos
  • Murmuración
  • Incapacidad de amar a Dios y al prójimo
  • Falta de perdón
  • Falta de perdón con uno mismo
  • Queja
  • Resentimiento
  • Ser herido fácilmente
  • Rechazo
  • Temor al rechazo
  • Voluntad herida
  • No mostrar piedad
  • Deseos de venganza